sábado, 14 de abril de 2007

El dolor de vivir

Ah, este es un ensayo que escribí en la prepa, espero les guste, aunque ahora cuando lo vuelvo a leer, siento como si no lo hubiera escrito yo, no sé por qué.


EL DOLOR DE VIVIR

“Golpes como el odio de Dios; como si ante ellos
la resaca de todo lo sufrido
se empozara en el alma...”

Los heraldos negros,
Cesar Vallejo

Cada día ves la vida pasar, cada día tratas de vivir con este dolor, no puedes resistirte ante el llanto, desearías dejar de llorar. Sabes que eres una carga para los demás, ellos no entienden como puedes llegar a sentirte, no entienden que ya no quieres vivir.

No saben por todo lo que has tenido que pasar, por los caminos oscuros que has tenido que transitar. Tal ves piensen que eso ya no importa, que debes vivir tu presente y pensar en el futuro, pero como olvidarlo, como ser feliz en un mundo como este. En tu interior existe un vacío inmenso del que no sabes salir.

No sabes qué hacer. Ningún consuelo material o humano te conforta. No tienes a nadie. Necesitas desahogarte, pero no hay con quien y no sabes como. Necesitas un consuelo, necesitas descansar.

Ya no quieres llorar, pero no puedes evitarlo. Tu corazón sangra de dolor y tus lágrimas fluyen hasta más no poder.

Todo pierde sentido, ya nada te importa. Encuentras pequeños momentos de felicidad en tu vida que llegan a tranquilizarte un poco, pero no es suficiente, necesitas más, necesitas creer en ti, para seguir luchando.

Notas un cambio en ti, en tu forma de ser, de pensar y de actuar, y notas un cambio en los demás hacia ti. Ya no están contigo, se alejan de ti en el momento en el que más los necesitas. Tal vez se han hartado de ti, de tu forma de ser, de pensar y de actuar. Ya nada te hace feliz, te vas hundiendo en la inmundicia de tu alma triste y sola. Antes tenías la esperanza de que ese alguien siempre estaba contigo aunque todos se alejaran, pero sientes que te ha abandonado como al hijo que nunca quiso.

Aguardas desesperadamente aquello que te aleje de estas malditas ideas que terminarán colmando tu vida. No sabes qué será o quien, solo lo esperas; esperas alguna salvación, algo o alguien que te saque de la mugre de esta soledad.

Tu alma empieza a desangrar con lágrimas de ira, dolor y frustración. Todo este llanto te consuela un poco, desnudas tu alma, no piensas en nada, sólo lloras. Te sientes liberado, te sientes más humano.

Pero tu existencia en este mundo es inútil, solo un pequeño rasguño en tu piel te liberará. Pero tienes mucho miedo de lo que pasará después. Aunque sabes que no hay mucha diferencia entre respirar o no, porque tu corazón y tu alma están muertos, muertos en vida. Sólo queda sobrevivir con una sonrisa fingida, vegetando en este mundo, disimulando que no pasa nada y esperando ansiosamente aquel día en el que él tome tu vida entre sus manos y la destruya para que al fin puedas descansar.

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