martes, 3 de mayo de 2011

Muere la máquina de escribir


Hace unos días la última empresa de máquinas de escribir se vio obligada a cerrar y con esto le decimos adiós a esta tecnología hoy superada por la computadora. La noticia pasó desapercibida por todos, pero a mí me causa nostalgia (y la vez me doy cuenta de que ya estoy vieja), yo tengo dos máquinas, de las normales y otra eléctrica. Recuerdo que todavía me tocó hacer mis trabajos a máquina y fue hasta el último año de secundaria que empezaron a pedirlos a computadora. También tomé un curso de mecanografía como taller en la escuela. Me acuerdo de las máquinas grandes, tener que girar el rollo ese de la tinta (que no recuerdo como se llama), usar corrector cada vez que uno se equivocaba o esas gomas para borrar tinta, sufrir cuando sacabas la hoja y tener que acomodarla para que la línea quedara a la misma distancia de lo que ya habías escrito, no existía el texto justificado, se colocaban guiones en el espacio que quedaba para que pareciera justificado, y también cómo olvidar cuando mis dedos se atoraban entre las teclas o que mis meñiques de enchuecaron ligeramente por no tener la suficiente fuerza en mis dedos para apretar las teclas, o cuando apretabas varias teclas y las cositas que marcaban la letra se atoraban entre sí. Y no sólo servían para escribir, también aprendí a hacer dibujos a máquina, era como tejer en punto de cruz pero en máquina de escribir. Luego, ver cómo sufrían los teclados de computadora con esa gente acostumbrada a las máquinas de escribir que masacraba las teclas apretándolas como matando un bicho.

La tecnología deveras que avanza muy rápido, todavía en la primaria me permitian entregar trabajos a mano, recuerdo era "a mano o a máquina", después "a máquina o en computadora", ahora sólo pueden ser en computadora y entregarlos de otra forma da una mala imagen de la presentación de tu trabajo. Pero ni tan buena tecnología, ahora necesitamos computadora e impresora para terminar nuestro trabajo, antes podías escribir e imprimir en tiempo real.

En fin, así es esto del avance tecnológico, guardaré mís máquinas como artículo de museo, porque ya será más dificil encontrar los rollos de tinta y refacciones. Y adiós a esa herramienta que llegó a ser tan representativa de los escritores.