
Desde que soy ama de casa, me he preguntado por qué no soy tan buena y dedicada como las demás mujeres de mi familia, y ayer viendo la televisión, descubrí la razón.
Creo que la mayoría de las que son amas de casa sufren de una obsesión por la limpieza o están camino a ello. Porque he visto a mi mamá, a tías y primas limpiar la casa por horas, al grado de olvidarse de comer o hacer otras actividades como salir, ver televisión u otra cosa que no sea limpiar y no descansan hasta terminar el quehacer. La educación de la mujer está encaminada a ser obsesivo compulsiva y ¡a nadie le preocupa! Desde niñas nos enseñan a atender a nuestros hermanos y a ayudar a nuestras madres con la limpieza, y luego cuando crecemos, nos casamos y nos dedicamos a la limpieza del hogar y a atender a la familia, sin hacer otra cosa más que eso. Y todo esto encamina a que desarrollemos una obsesión, porque al no tener nada más qué hacer, limpiamos compulsivamente. A mí me fastidia tener que hacer los labores del hogar pero ni modo, salí mujer y me aguanto, pero sigo siendo mala ama de casa porque aun no desarrollo este trastorno obsesivo compulsivo; aun me detengo en mis quehaceres para comer, ver la televisión o estar en la computadora, aun evado mis quehaceres para hacer lo que me gusta, pero sé que en algún momento dejaré de hacer mis cosas y me entregaré de lleno a la obsesión. Y cuando esté mal psicológicamente y no soporte ver ni una basurita en el suelo, hasta ese momento seré una buena ama de casa y nadie me reclarará por no hacer mis obligaciones y mi madre ya no me regañará y TODOS SERÁN FELICES.