
La autolesión consiste en hacerse un daño físico cómo método de alivio al sufrimiento psicológico. A veces el dolor psicológico se hace tan difícil de manejar, que se opta por dañar al cuerpo en un intento de controlar la situación. Esto efectivamente alivia, aunque sea por unos minutos. Las sensaciones que se tienen al momento de autolesionarse depende de cada persona y de la situación que se esté viviendo. A veces puede proporcionar calma, en otras un "despertar", hacer sentir "real" a una persona disociada que piensa que ya no siente nada en la vida.
Los métodos de autolesión varían mucho de persona a persona: cortes, quemaduras, golpes, tirarse del pelo, quebrarse algún miembro, etc. Así mismo, también varia la profundidad e intensidad de la lesión. Algunos se hacen cortes muy profundas, otros optan por muchos rasguños en la piel, sin embargo, el tamaño de la herida no se relaciona con el dolor psicológico de la persona, es decir, si alguien simplemente se rasguña, no quiere decir que sufra menos que aquel que se corta profundamente. La intensidad de la lesión puede ir en aumento de acuerdo al tiempo en el que el individuo se autolesiona, algunas personas pueden comenzar con rasguñanos, pasar a cortes superficiales, a cortes más profundos, y así sucesivamente. Podría hacerse una analogía con las drogas, que "cada vez se necesita más para sentir"

Yo no dejé de cortarme, me obligaron a dejar de hacerlo. Es correcta la analogía con las drogas, cada vez necesitas más; comencé por rasguños y golpes, luego cortadas cada vez más profundas y después empecé a quemarme. Nadie lo sabía, era fácil ocultarlo usando pulceras o mangas largas o a veces los hacia con alguna forma para decir que eran una especie de tatuaje.
Realmente alivia tu dolor. Creo que es mejor eso a que te vean llorar y crean que eres débil. Aunque es inevitable pensar en suicidio cuando usas navajas.
Por alguna extraña razón, no duele cuando te cortas, es más fuerte el dolor que sientes en el corazón que el dolor físico; quizás eso sea lo que provoque que cada vez más necesites hacerte más daño, porque al principio si duele, pero con el paso del tiempo deja de doler, hasta el punto de no sentir nada.
A causa de esto, le agarré gusto a la sangre, me encanta ver cuando sangro y ver mis manos llenas de ella. Y también le agarré gusto al dolor, me hace sentir viva cualquier tipo de dolor, tal vez por esa razón he permitido que tanta gente me haga tanto daño.
Cuando te quitan lo que te alivia el dolor, es desesperante y lo único que queda es desear con todas tus fuerzas la muerte, pero ese Dios no escucha a nadie y sólo queda llorar hasta perder el sentido y hundirte en el sueño. Es desesperante, es como si al drogadicto le quitaras su droga y al alcoholico su alcohol.
Siempre he sido propensa a las adicciones: café, no comer, pastillas, enamorarme, cortarme... Y estoy segura que si en algún momento de mi vida, aparece frente a mí cualquier tipo de droga, no dudaría en usarla.
A veces tengo la horrible desesperación de cortarme con lo que sea. He tenido sueños diurnos en los que tomo un cuchillo y me corto en todo lo largo de mi brazo. Trato de no hacerlo, pero es muy difícil. A veces no sé que haría sin mi actual adicción (la computadora), porque ella no me deja hacer absolutamente nada más que estar frente a ella y no me permite tentarme a cortarme. Pero aun así es muy dificil.
No somos locos, ni emos, ni seguimos una moda y mucho menos queremos llamar la atención. Somos seres que buscan no sentir dolor, cambiándolo por el físico que es menos doloroso que el del corazón.